Colmillo Blanco
Jack London
Querido diario:
¿Has escuchado alguna vez la expresión "yo soy yo y mis circunstancias"? atento a la historia de Colmillo Blanco:
Al poco de nacer en la tierra yerma y gélida del Ártico, Colmillo Blanco, un mestizo de perro y lobo, descubre que la vida está gobernada por una ley inexorable que lo obliga a “comer o ser comido”. Es la ley del más fuerte, un descarnado principio que el protagonista acaba de asimilar cuando, tras irse a vivir a un campamento de indígenas, es atacado sin tregua por un perro lobo curtido en mil peleas, más grande y más robusto que él. La hostilidad del entorno y su propia inteligencia innata hacen que Colmillo Blanco desarrolle una agresividad y una astucia que le permiten sobrevivir, sobre todo cuando un tipejo malcarado y sádico lo convierte en un perro de pelea que acaba con sus rivales. El destino del protagonista, sin embargo, cambiará radicalmente al cruzarse en su camino Weedon Scott, un compasivo minero que con sus cuidados y su ternura logrará convertir al fiero protagonista en un perro fiel y afectuoso. Al igual que la violencia engendra violencia, el bálsamo del amor obra milagros, nos dice Jack London en este desenlace feliz con el que atempera el sombrío determinismo al que nos tienen acostumbrados los naturalistas.
Soy del pensamiento que las personas, habituales protagonistas de los libros, somos como somos debido a nuestro entorno pero... Colmillo Blanco no es una persona y no se rige por leyes escritas.
Los animales no son buenos ni malos, el concepto de bondad y el de maldad existen porque los ha creado el hombre. Para un lobo, la supervivencia significa comer y para comer deben matar, nadie se lo ha explicado, lo aprenden de la naturaleza dejándose guiar por sus instintos, sin embargo, son los lobos tan similares al perro, el mejor amigo del hombre, ese animal doméstico que nos da cariño y nos produce simpatía que a menudo podemos llegar a confundirlos, no obstante, nada tienen que ver.
Estoy convencida de que este libro va a enseñaros mucho acerca del comportamiento del hombre con respecto a los animales y de los lobos entre sí. Cómo, debido a las circunstancias y a las experiencias pasadas, la vida nos curte y nos enseña a ser de una forma específica. Sin embargo, las segundas oportunidades existen. Quiero dedicarle mi reseña a las personas que se dedican a rehabilitar animales salvajes para devolverlos a su entorno, a esas personas que conocen el medio natural y saben lo devastador que puede llegar a ser el ser humano con su influencia, porque igual que modificamos el mundo animal a nuestro favor, a veces hay gente que entiende que los demás seres vivos no están a nuestras órdenes y de nuevo podemos invertir ese proceso como hicieron con Colmillo Blanco para que, una vez más, las circunstancias, en este caso, amables, lleven a calmar los instintos más salvajes y devolverle al protagonista esa docilidad robada a base de hostilidad.
Se trata de una historia dura, muy real, cruda en ocasiones, que verdaderamente te introduce en la piel de un lobo y lo que para mí ha sido más importante, supone una metáfora de la sociedad, pone en tela de juicio la inteligencia supuestamente superior del hombre (sí, ese que se está cargando el planeta) y a mí me invita a reflexionar acerca de nuestro comportamiento para con el medio ambiente, recursos, animales y plantas incluidos. Sin duda, podríamos abrir un debate acerca de ésto guiándonos por los capítulos del libro, ¿alguien se anima a reflexionar conmigo? dejadme todos los comentarios que queráis ^^
Gracias a Vicens Vives una vez más por esta maravilla.
Los animales no son buenos ni malos, el concepto de bondad y el de maldad existen porque los ha creado el hombre. Para un lobo, la supervivencia significa comer y para comer deben matar, nadie se lo ha explicado, lo aprenden de la naturaleza dejándose guiar por sus instintos, sin embargo, son los lobos tan similares al perro, el mejor amigo del hombre, ese animal doméstico que nos da cariño y nos produce simpatía que a menudo podemos llegar a confundirlos, no obstante, nada tienen que ver.
Estoy convencida de que este libro va a enseñaros mucho acerca del comportamiento del hombre con respecto a los animales y de los lobos entre sí. Cómo, debido a las circunstancias y a las experiencias pasadas, la vida nos curte y nos enseña a ser de una forma específica. Sin embargo, las segundas oportunidades existen. Quiero dedicarle mi reseña a las personas que se dedican a rehabilitar animales salvajes para devolverlos a su entorno, a esas personas que conocen el medio natural y saben lo devastador que puede llegar a ser el ser humano con su influencia, porque igual que modificamos el mundo animal a nuestro favor, a veces hay gente que entiende que los demás seres vivos no están a nuestras órdenes y de nuevo podemos invertir ese proceso como hicieron con Colmillo Blanco para que, una vez más, las circunstancias, en este caso, amables, lleven a calmar los instintos más salvajes y devolverle al protagonista esa docilidad robada a base de hostilidad.
Se trata de una historia dura, muy real, cruda en ocasiones, que verdaderamente te introduce en la piel de un lobo y lo que para mí ha sido más importante, supone una metáfora de la sociedad, pone en tela de juicio la inteligencia supuestamente superior del hombre (sí, ese que se está cargando el planeta) y a mí me invita a reflexionar acerca de nuestro comportamiento para con el medio ambiente, recursos, animales y plantas incluidos. Sin duda, podríamos abrir un debate acerca de ésto guiándonos por los capítulos del libro, ¿alguien se anima a reflexionar conmigo? dejadme todos los comentarios que queráis ^^
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