Reseña: La mecánica del corazón

Título: "La mecánica del corazón".

Autor: Mathias Melzieu.

Editorial: Mondadori.

Portada: 

 

Sinopsis: En la noche más fría del siglo XIX, nace en Edimburgo, Jack, el frágil hijo de una prostituta. El bebé nace con un corazón débil y para salvarlo le colocan un reloj de madera al que habrá de dar cuerda toda su vida. La prótesis funciona y Jack sobrevive, pero debe respetar una regla: evitar todo tipo de emoción que pueda alterar su corazón. Nada de enfados, y sobre todo, nada de enamorarse. Pero Jack conoce a una pequeña cantante de ojos grandes, Miss Acacia, una joven andaluza que pondrá a prueba el corazón de nuestro tierno héroe. Por el amor que siente hacia la joven, Jack se lanzará a una aventura quijotesca que le llevará desde Edimburgo a París, a las calles de Granada, haciéndole conocer las dulzuras y durezas del amor.
 

Resumen de Chicka Lit: Jack es un niño muy especial, ha nacido con el corazón tan débil que necesita un reloj que lo mantenga funcionando, su verdadera madre le ha abandonado después de dar a luz y ha sido criado con cariño y con una gran advertencia: no debe tocar el reloj de su corazón, ni enfurecerse, ni por supuesto, enamorarse. Pero Jack crece y acaba enamorándose y por amor se hacen grandes viajes, grandes locuras y se cometen grandes errores. Así es la historia de Jack, que nació con un corazón de débil latido pero de gran capacidad de amar.

 

Opinión personal: Con sinceridad, me ha encantado el libro. Es muy cortito y muy fácil de leer. Triste y bonito a la vez, me ha enganchado de la primera frase hasta la última. Tiene cierto tinte gótico, al estilo Tim Burton. Es muy poético y utiliza unas metáforas preciosas. La pena es que el libro se haya terminado tan pronto. Tiene una historia realmente preciosa y la ilustración de la portada es completamente acertada. Me ha gustado mucho sumergirme en el mundo de fantasía junto a Jack, al que ya le he cogido mucho cariño y al que, por supuesto, deseaba un final diferente. Sin emargo, me emociona reconocer que, como la vida misma, empieza con fantasía, le siguen llantos y alegrías y termina en, bueno, no os contaré como termina. Sólo añadiré que es una pequeña joya y que no tiene nada que envidiar a la historia de Romeo y Julieta.