Reseña: Asimov, Isaac "Yo, robot"

Yo, robot

Isaac Asimov

Querido diario: 

Ya sé lo que me vas a decir, que ya has visto la película, pero ahora escúchame un momento, asómate a la página de online.tuuulibreria.org porque nunca sabes qué joya vas a encontrar, en mi caso he hallado este libro que tenía muchas ganas de leer después de haber probado con el autor en otras ocasiones, desde aquí quiero dar las gracias a Tuuulibrería porque esta colaboración está siendo de caramelo.

Sinopsis:

Publicada por primera vez en 1950, cuando la electrónica digital estaba en su infancia, Yo, robot resultó visionaria. Su influencia, de hecho, fue enorme, y no sólo en toda la ciencia ficción posterior, sino también en la propia ciencia de la robótica. Aquí formuló Asimov por primera vez las tres leyes fundamentales de la robótica, de las que se valdría para plantear interrogantes que se adentran en el campo de la ética y de la psicología: ¿qué diferencia hay entre un robot inteligente y un ser humano?, ¿puede el creador de un robot predecir su comportamiento?, y ¿debe la lógica determinar lo que es mejor para la humanidad? A través de una serie de historias conectadas entre sí por el personaje de la robopsicóloga Susan Calvin, en las que aparecen todo tipo de máquinas inteligentes–robots que leen el pensamiento, robots que se vuelven locos, robots con sentido del humor o robots políticos–, Asimov inventa unos robots cada vez más perfectos, que llegan a convertirse en un desafío para sus creadores. Con todo, Yo, robot es uno de los pocos títulos de ciencia ficción que han superado con amplitud el círculo de lectores especialmente aficionados, entre los que a menudo se considera una obra cumbre.

Las tres leyes de la robótica:

1) Un robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daños.

2) Un robot debe obedecer las órdenes que le dan los seres humanos, excepto cuando tales órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.

3) Un robot debe proteger su propia existencia siempre que dicha protección no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley.

En un principio puede parecer que las normas son sencillas de cumplir y bastante claras, fáciles de aplicar y que resolverán todos los problemas de los nuevos robots pero... siempre hay un resquicio, siempre existe la grieta del sistema que el interesado consigue saltarse o ese vacío legal por el que colarse. 

Me encanta esa preocupación constante del autor por cuestionar la evidente fascinación por la tecnología, ya desde la revolución industrial y la producción en cadena, las máquinas superan en eficacia al hombre pero... ¿le superan también en otros ámbitos de la vida? ¿en cuáles tienen carencias, qué es lo único que no se puede imitar con una inteligencia artificial? 

Ya me habían recomendado a Asimov en otras ocasiones y me han prestado muchos de sus libros que tengo en casa para satisfacer mi necesidad de ciencia-ficción, un género que nunca creí que me gustaría y a base de probarlo me ha entusiasmado. ¿Qué puedo decir? la historia la conocía por la película pero para mí siempre son mejores las versiones en papel, soy fiel a mi adicción lectora. 

El libro es raro pero te hace pensar muchísimo, lo siento, después de esta lectura ya no mirarás igual a la tostadora y volverás a pensarte lo del aspirador autónomo, o puede que te interese aún más saber cuáles serán los próximos avances pero lo que debemos tener claro es en qué dirección vamos, qué queremos conseguir, cómo lo vamos a hacer y por supuesto, a qué precio, es decir, qué consecuencias van a surgir de estos avances. 

Por favor, leed este libro y todos los del autor y volved para debatir conmigo, siento cierta necesidad de filosofar acerca de las nueve historias que encierran este libro y las peculiaridades tecnológicas de cada una de ellas. ¿Tenéis una favorita? 

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