CARTA
AL MAR MEDITERRÁNEO
Querido
Mar:
Soy
el último caballito que vive en tus aguas y te escribo para contarte una gran
noticia. Recordarás que hace muchos años mi familia poblaba las playas de
Cartagena, pero desde hace un tiempo las personas se han dedicado a pescar
caballitos para coleccionarlos y decorar sus hogares. Hasta hoy había perdido
toda esperanza, algún humano me encontraría y me haría desaparecer como a mis
padres y abuelos, pero hoy no, hoy ha sido diferente.
Te
contaré cómo sucedió. Esta mañana nadaba yo tranquilo en busca de comida, pues
debes saber que estoy embarazado y debo alimentarme bien, cuando de repente fui
atrapado por una red, al instante me encontré en un cubo siendo observado por
una niña y creí que sería mi final. La niña reparó en mi avanzado estado de
embarazo y tomó una decisión que me sorprendió muchísimo: me devolvió al agua,
donde me encontró.
Mar,
sé agradecido con esta niña y los humanos, pues han aprendido por fin el
respeto al medio ambiente, si una niña puede tener un gesto amable que ha
salvado a mis cien hijos, ¿qué no podrán hacer los millones de humanos que
viven en el mundo? Ten fe, Mar, y continúa ofreciéndoles divertidos días de
playa y buenos peces como alimento, pues hoy sé que se lo merecen.
Con
afecto:
El último
caballito
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