El club de los dibujantes
Raina Telgemeier y Scott McCloud
Sinopsis:
Una historia única sobre la amistad y la magia de los cómics. Makayla rebosa de ideas, pero no sabe cómo convertirlas en una historia. A Howard le encanta dibujar, pero a su vez le cuesta encontrar historias. Lynda pinta sin parar, aunque solo ve fallos en todo lo que crea, y Art es simplemente una persona creativa que busca siempre cosas nuevas. Todos ellos se juntan para formar El Club de los Dibujantes, donde aprenderán a hacer cómics y a usar su creatividad para crear miles de aventuras.
Querido diario:
Lectores de novela gráfica, ¡tenéis que compraros esta! Normalmente os aconsejo dejaros llevar por vuestros gustos pero si os interesa el mundo del dibujo, la pintura, el arte... os va a encantar. Da igual la edad que tengáis, es que Raina es mucha Raina, ya la echábamos de menos en Maeva Young, por cierto.
Esto no es solo una historia de varios chavalitos que se conocen en la escuela y quieren dibujar juntos, es que, a través de esa premisa, el libro te da un montón de consejos, recursos, herramientas y conocimientos sobre dibujar que te van a venir al pelo. Traspasa la cuarta pared de forma muy graciosa y conveniente. Cada personaje aporta al lector un punto de vista totalmente diferente, creo que están todas las etapas de aprender a dibujar en ellos: la timidez por mostrar lo que has creado, esa vergüenza inicial porque no sabes si es bueno o no tanto, la capacidad de crear historias pero no saber cómo plasmarlas, las ideas que te vienen a borbotones sobre personajes imaginados pero no sabes cómo encajarlos en una historia y por supuesto, el entusiasmo final cuando empiezas a aprender y demostrar lo que sabes.
A mí siempre me ha gustado dibujar, desde pequeña, me pude apuntar a clases extraescolares y yo era, de lejos, la más pequeña del grupo, así que, el profesor me exigió lo mismo que a los mayores, por lo que pude aprender muchísimo, después seguí dibujando por mero placer, elegí la optativa en bachiller de dibujo artístico y a día de hoy las paredes de mi casa están decoradas con mis dibujos, y no hay persona que entre a mi casa, los mire y crea que los he comprado, pero no, los hice yo. Recientemente pasé por una etapa oscura de mi vida, sin inspiración... y la he encontrado en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, he vuelto a enamorarme del arte de dibujar, mi técnica favorita es el grafito sobre papel de esbozo y no os podéis imaginar lo que he disfrutado de esta novela gráfica que ya se encuentra entre mis favoritas.
Si a tus alumnos o a tus hijos les gusta dibujar, por favor, poténcialo, de momento cómprales esta novela gráfica que además tiene cantidad de recursos para dibujar, editar... les inspirará y les dará ideas para que puedan desarrollar su talento. Pero si no sabes dibujar y también te interesa esta historia, no dejes pasar la ocasión
Además sigo remarcando otros aspectos que ya elogié en reseñas anteriores de novelas gráficas de Raina, como la atención a la diversidad en sus personajes, como el personaje que prefiere el pronombre elle, y valores que están reflejados en las viñetas, como cuando la protagonista recicla una lata de refresco en el contenedor adecuado. El libro está plagado de detalles que me encantan, que hacen de esta sociedad un mundo mejor para vivir, de respeto, empatía, aprendizaje, amistad, comunicación, la familia y mucho más. Raina no da puntada sin hilo y cada detalle de la novela no está colocado ahí al azar, tiene una intención y yo estoy al cien por cien en su barco. ¡Ojalá os guste tanto como a mí!
Mil gracias a la editorial Maeva Young por esta novela gráfica.
