La Bella y la Bestia
y otros cuentos maravillosos
P.J. Lynch
(click sobre la imagen para verla en Instagram)
Érase una vez una lectora cualquiera, una buena editorial y un libro de cuentos. Esta lectora creció alrededor de los cuentos, con sus fantásticos personales y sus educativas moralejas, pero tan pronto como empezó a leer historias dirigidas al mundo adulto, sus cuentos de cuando era niña, empezaron a desaparecer de sus estanterías casi sin darse cuenta.
Un buen día, quiso dar marcha atrás y recuperar esas fábulas de princesas y animales pero ya era demasiado tarde, los cuentos habían desaparecido y nadie sabía dónde se encontraban. No contenta con haberlos perdido de vista decidió volver a leerlos y reencontrarse con la niña que nunca quiso dejar de ser y volvió a acompañar a la Cenicienta al baile, subió por la trenza de Rapónchigo, más conocida como Rapunsel, también habló con sapos, gatos, brujas y enanos... y descubrió que no hace falta ser un niño para soñar, que no necesitas ser pequeño para disfrutar de un cuento pero sobre todo que no se se dejan de leer cuentos cuando se es adulto, sino que te conviertes en adulto cuando dejas de leer cuentos, y de jugar, de reír y de disfrutar de cada segundo como si solo existiera ese instante.
A partir de ese día, la lectora decidió compartir con los demás adultos su amor por los cuentos, agradeció fervientemente a la Editorial Vicens Vives el envío de magníficos ejemplares ilustrados que la han hecho tan feliz y poco a poco fue contagiando a todos de algo que siempre han tenido en su interior: la pasión por la lectura, por convertirte en cualquier personaje con solo abrir un libro y el amor hacia la literatura y su capacidad de transportarte a cualquier lugar en cualquier momento.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Quizás la lectora no fuese feliz para siempre, comiendo perdices con un príncipe, un castillo e innumerables riquezas pero sí supo que podría ser quien quisiera ser durante un ratito y olvidar el mundo real con solo empezar a leer y éste sea quizás el final más mágico que haya vivido nunca un adulto.
Nunca dejéis de soñar
nunca dejéis de leer.
Me encanta ^^ Que original tu relato y sobre todo que gran verdad, a mi también me gusta elegir de vez en cuando lecturas que me devuelvan en ese momento a mi niñez.
ResponderEliminarAyy que bonitoooo!!!! Me encanta porque me siento identificada con esto. Si que es verdad que recupero mucho mi infancia con las películas en vez de con libros. Pero me picas mucho la curiosidad con estos libros ilustrados de cuentos de nuestra infancia. Me alegro que disfrutes con ellos.
ResponderEliminarBesos
Me encanta la forma en que escribes... Y si! en un mundo de lecturas para adultos, las lecturas infantiles se nos pierden en el olvido, aunque te soy honesta, cada vez que veo un libro de cuentos infantiles me dan ganas de llevármelo a casa :3
ResponderEliminarOs mando un fuerte abrazo y muy buena vibra!
La razón que tienes al decir y cito: Te conviertes en adulto cuando dejas de leer cuentos.
ResponderEliminarPUafff que mal que crecemos a tal grado que nos olvidamos de seguir conectados con el niño interior y con eso perdemos la capacidad de asombrarnos. Yo amo seguir leyendo cuentos y me encantan estas entradas, por cierto, amo este cuento.
Un bes🖤
Ya solo con la edición, me lo llevo. Soy una cuentista nata, los que me conocen ya lo van sabiendo y no me puedo negar a leer uno, o varios, así que este...para mi.
ResponderEliminarUn besote.
Me has hecho enamorarme de las ediciones de Vicens Vives. La Bella y la Bestia es mi favorita de los cuentos clásicos. Gracias por la reseña ❤
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarEstoy encantada por el formato que le estas dando a tus reseñas, me parece muy original y le da otro "toque".
La Bella y la Bestia es mi lectura infantil clásica favorita.
¡Un beso!