Reseña: Fleet, Rebecca "El intercambio"

El intercambio

Rebecca Fleet

Querido diario:

Mil gracias a Penguin Random House una vez más por obsequiarme con una historia como ésta: 

Cuando Caroline y Francis reciben una oferta para intercambiar su casa no lo dudan. Se están esforzando en recomponer su matrimonio y una semana a solas puede ser justo lo que necesitan.
Al abrir la puerta se encuentran con un lugar algo siniestro y casi vacío. Resulta difícil imaginar quién podría vivir allí. Sin embargo, gradualmente, Caroline comienza a descubrir algunos rastros de vida..., de su propia vida.
Las flores del baño o la elección de los CD de música podrían parecer inocentes a los ojos de su marido pero para ella son justo lo contrario: son pistas. Es como si la persona con la que han intercambiado vivienda fuera alguien a quien ella conoce, alguien a quien quiere olvidar.

Con una premisa así tiene todas las papeletas para formar parte de mi estantería. Me ha resultado muy convincente, me ha sorprendido en muchas ocasiones y sobre todo ha mantenido mi interés a lo largo de todos sus capítulos. 

Desde la primera página mi obsesión era saber quién es el propietario de la casa y la autora me lo ha sabido vender de tal manera que me ha tenido enganchada desde el principio, me extraña que sea su debut, hubiese jurado que ya ha escrito otras novelas anteriormente, sin duda seguiré leyendo otros libros que publique. 

Sobre todo la última parte del libro es para devorarlo del tirón pues no vas a querer leer ninguna otra cosa, a mí me ha resultado muy rápido, de lectura agradable y cuyos giros argumentales o plot turn como les gusta llamarlo ahora en las redes sociales, totalmente inesperados ¡ingrediente indispensable para que me guste un buen thriller! Y es que me gusta mucho ese estado de tensión continua que me mantiene con la mirada anclada en las letras. 

Lo recomiendo sobre todo si os gusta el suspense, si sois de los que disfrutáis con los secretos y si teníais dudas sobre si leerlo o no, hacedlo y así salís de esa incertidumbre por vosotros mismos.

No sé si alguna vez habéis participado en un intercambio de casas pero yo, a partir de ahora, no lo veré con los mismos ojos, quizás la próxima vez esté sospechando todo el tiempo y buscando señales donde no las hay.

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