Advertencia: Ésta es la primer vez que publico un trabajo mío, por ello se ruega: NO COPIAR su contenido. Se trata de un trabajo que hice para clase y he decidido compartirlo con mis lectores. Si alguien desea llevárselo, por favor, respetar la autoría del texto, comunicármelo y citarme como tal. Gracias.
Autores: Álex Rovira Celma y Fernando Trías de Bes
Editorial: Empresa Activa
Portada:
Resumen: Hace mucho tiempo, en un reino lejano, Merlín convocó a todos los
caballeros del reino y les dijo: «en siete noches, el Trébol Mágico de
las Cuatro Hojas, el trébol que proporciona suerte ilimitada al que lo
posee, nacerá en algún lugar del bosque encantado». ¿Quién aceptará el reto de ir al Bosque Encantado en búsqueda del Trébol Mágico? Con
esta frase comienza la leyenda de La Buena Suerte, un libro inspirador y
extraordinariamente positivo: una fábula mediante la cual se desvelan
las claves de la Buena Suerte y la prosperidad tanto para la vida como
para los negocios. Conoce los 10 mandamientos para hacer que la buena suerte se convierta en aliada.
Resumen de Chicka Lit: Los protagonistas de la historia son dos
viejos amigos de la infancia que se reencuentran cincuenta años después de
haber perdido el contacto. Se llaman Víctor y David. Sentados en el parque de
una ciudad se cuentan qué tal les ha ido en su vida. Así cuenta David que
empezó con muchísima suerte pero luego la mala suerte se apoderó de él. Recibió
una gran herencia y una empresa que acabó cerrando y vendiendo al quedar
arruinado. Mientras, Víctor, que partía de haber tenido mala suerte, se labró
un futuro poco a poco y desde abajo hasta mantener un gran negocio y todo esto
lo consiguió gracias a que supo crear Buena Suerte. Entonces Víctor le explica
a David la diferencia entre la suerte a secas, que rara vez aparece y casi
nunca permanece y la Buena Suerte con mayúsculas, que la tienes si te lo
propones. Ésto lo hizo mediante la narración de un cuento: “La leyenda del
Trébol Mágico”.
“La leyenda
del Trébol Mágico” transcurre durante diez capítulos que coinciden con cada una
de las reglas de la Buena Suerte que se describen en la siguiente tabla:
CAPÍTULOS
|
REGLAS DE LA BUENA
SUERTE
|
El reto de Merlín
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La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de
ti.
La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura para
siempre.
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El Gnomo, Príncipe de la Tierra
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Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos
los que deciden ir a por ella.
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La Dama del Lago
|
Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las
circunstancias son las de siempre.
Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear
nuevas circunstancias.
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La Secuoya, Reina de los
Árboles
|
Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa
buscar sólo el propio beneficio.
Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a
la Buena Suerte.
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Ston, la Madre de las Piedras
|
Si “dejas para mañana” la preparación de las
circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue.
Crear circunstancias requiere dar un primer paso… ¡Dalo
hoy!
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El reencuentro de los
caballeros en el bosque
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Aún bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a
veces la Buena Suerte no llega.
Busca en los pequeños detalles circunstancias
aparentemente innecesarias…, pero ¡imprescindibles!
|
La Bruja y el Búho visitan a
Nott
|
A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta
absurdo.
A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no
les preocupa.
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La bruja y el búho visitan a
Sid
|
Nadie puede vender suerte.
La Buena Suerte no se vende.
Desconfía de los vendedores de suerte.
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El viento, Señor del Destino y
de la Suerte
|
Cuando ya hayas creado todas
las circunstancias, ten paciencia, no abandones.
Para que la Buena Suerte
llegue, confía.
|
El reencuentro con Merlín
|
Crear Buena Suerte es preparar
las circunstancias a la oportunidad.
Pero la oportunidad no es
cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí!
|
A
través de estos diez capítulos, dos caballeros, Sid y Nott, vestidos de blanco
y negro respectivamente, son llamados por Merlín para encontrar el Trébol
Mágico de cuatro hojas que se cree nacerá en algún lugar inconcreto del Bosque
Encantado. Este trabajo lo realizan de diferente manera: Sid va siguiendo cada
una de las reglas de la Buena Suerte (descritas en la tabla anterior) para
encontrar el trébol, mientras que Nott comete errores que le llevan a quedarse
sin Buena Suerte.
Merlín propuso
a los caballeros del lugar un reto difícil: buscar el Trébol Mágico de cuatro
hojas que otorga a quien lo encuentre la suerte ilimitada, el Trébol nacería en
pleno bosque en un plazo de siete días, dicho reto sólo fue aceptado por dos
caballeros: Nott, que vestía capa negra y montaba un caballo negro, y Sid, que
poseía capa y caballo color blanco. Ambos caballeros viajaron por separado y no
sabían lo que estaba haciendo el otro, ni dónde se encontraba.
Nott y Sid, en su búsqueda del trébol, preguntan
al Gnomo por su paradero aproximado y
éste les respondió que es imposible que el trébol nazca allí. Así Nott
acaba sintiendo miedo que transforma en incredulidad y que a través del cuento
le impedirá seguir un camino adecuado para llegar a su objetivo. Mientras, Sid
piensa que si era imposible que naciera allí un trébol necesitaría saber por
qué no, y cómo conseguir que ese “no” se transforme en un “sí”, por lo tanto se
decidió a buscar qué cosas hacían falta para que nacieran tréboles en aquel
lugar, tal como había prometido Merlín.
Sid insistía y
preguntaba a todo el que se encontraba, le preguntó al Gnomo lo que sabía, éste
le dijo que debía renovar la tierra, la Dama del Lago le dio la idea de regar
la tierra, solucionando además el problema de desbordamiento de agua que tenía
la Dama. Una vez había renovada y humedecida la tierra fue a buscar otros
enfoques y encontró a Ston, la madre de las Piedras que en seguida le dio la
idea de quitar las piedras que habían quedado en la parcela de tierra trabajada
para dejar espacio a los tréboles.
Pero Nott se
desanimó. Pensó que tal vez a él nunca le llegaría la suerte, se limitaba a
preguntar a los habitantes del bosque y a esperar tener suerte. Además culpaba
a los demás de su fracaso y se deprimía, estaba seguro de que no iba a
encontrar el trébol, porque confiaba en la suerte y ésta no llegaba. No hizo
nada, tan sólo buscaba a alguien que le confirmara lo que pensaba: que si no
había trébol mágico para él, tampoco lo habría para nadie.
En esta
situación se encuentra con la Bruja que le convence de matar a Merlín a cambio
de decirle dónde nacería el trébol, así fue al castillo en busca de Merlín y se
encontró con que la Bruja le había mentido, había estado perdiendo el tiempo y
decidió pasar largo tiempo a la sombra.
Entonces llegó
el Señor Viento repartiendo semillas de trébol por todas partes con su lluvia.
Las semillas caían al suelo y sólo germinaron en la parcela que Sid había
estado cuidando y en cuestión de poco tiempo Sid pudo disfrutar de mucha
suerte, de la suerte ilimitada, como Merlín le había prometido. El Viento le
explicó a Sid que la suerte de los tréboles es ilimitada porque al crear las
circunstancias para que florezcan puedes tener tanta suerte como te propongas.
Finalmente Sid
se marchó en busca de aventuras, contándole a todo el mundo las reglas de la
Buena Suerte, se imaginó lo que serían capaces de hacer entre todos, si él solo
había conseguido tanto.
Ahí termina el
cuento que Víctor le contó a su amigo. David se sintió muy agradecido por el
recibir la moraleja de la historia y se sorprendió porque precisamente él había
estado buscando a su amigo durante años, es decir, había creado las
circunstancias para llegar hasta el cuento, sin saberlo y añadió otra norma
más: “el cuento de la Buena Suerte no llega a tus manos por casualidad” y
decidió empezar a crear Buena Suerte.
Comentario crítico: El “Trébol Mágico” del que habla el cuento es
una metáfora de la Buena Suerte de la que hablan los personajes al principio
del libro y que no es sino otra metáfora del éxito en la vida real, que no llega de
casualidad ni por azar, sino después de haber trabajado para conseguirlo.
Es una oda al
optimismo y anima a las personas a moverse, a seguir los pasos que hagan falta
para conseguir todo aquello que se propongan. El camino no es fácil pero tiene
sus resultados, a veces tardan un tiempo en llegar, pero llegan.
Pone en
comparación continua y muy clara lo que se debe hacer y lo que no, si deseas
crear buena suerte. Para ello ofrece una seria de pautas y reflexiones
continuas y muy bien estructuradas sobre la Buena Suerte y su búsqueda, como
por ejemplo: la paciencia en contraposición al miedo.
Si analizamos
el cuento en profundidad nos encontramos con paralelismos y ciertas
coincidencias como ocurre con los nombres de los protagonistas. David se llama
como el David que consiguió derrotar a Goliat aunque éste fuera un gigante, más
alto y más fuerte que él porque David utilizó la inteligencia en lugar de la
fuerza bruta. Por otro lado, Víctor es el masculino de victoria, sinónimo de
triunfo y por lo tanto de Buena Suerte.
La lectura se
hace rápida, fácil y nos hace reflexionar, mediante refranes populares como
“mientras hay vida, hay esperanza” que además, explican de forma muy sencilla
lo que los autores pretenden transmitir. Para ello también hacen uso de frases
que aparecen en cursiva como “yo podía tener suerte, si me lo proponía” además
en primera persona para que el lector pueda sentirse identificado.
Si continuamos
analizando la simbología inmersa en el libro nos llama la atención el nombre de
los caballeros protagonistas del cuento: Nott y Sid. Si los ponemos en comparación
podremos ver las grandes diferencias, hasta el punto de ser contrarios:
SID
|
NOTT
|
La palabra “sí”
|
La palabra “no”
|
Afirmación
|
Negación
|
Lo que se debe hacer
|
Lo que no se debe hacer
|
Capa blanca, caballo blanco
|
Capa negra, caballo negro
|
Optimismo
Vaso medio lleno
|
Pesimismo
Vaso medio vacío
|
Paciencia
|
Miedo
|
Resultados
|
Frustración
|
Nott
curiosamente se parece mucho a la palabra “no” como representante de la
negación, lo que no se debe hacer y el camino que no lleva al éxito, y lo
remarca vestido con una capa negra y montando un caballo negro, pues es un
color oscuro que casa a la perfección con el personaje y aquello que
representa. Y con Sid ocurre todo lo contrario, se parece mucho a la palabra
“sí” que afirma aquello que se debe hacer, lo que está bien, lo que es
correcto, Los autores le visten de
blanco pues es el color de la pureza y por lo tanto de los buenos pensamientos
y podríamos decir también que del optimismo.
De esta forma,
Nott se obsesionó y solo podía pensar en su propia obsesión, no vio la
posibilidad de cambio como le sucedió a Sid, por eso no ve la posibilidad de éxito.
Mientras Sid se dedicó a hablar con expertos como la Secuoya para averiguar qué
cosas necesitaba para hacer crecer tréboles en el bosque, Nott se lamentaba y
únicamente buscaba que le confirmaran que Merlín había mentido y por lo tanto
nunca crecería un trébol en el bosque. Nott utiliza malos modos para
comunicarse, es impaciente y arrogante. Sid es siempre todo lo contrario a
Nott, es amable y respetuoso, formula preguntas más concretas, busca otras
estrategias, durante su búsqueda se sentía contento, porque cuanto más sabía,
menos preocupaciones tenía, porque disfrutaba con aquello que tenía sentido,
sin importar el resultado final, no como Nott que es tan negativo que acaba
abandonando su propósito sin haberlo empezado.
Durante toda
la lectura los autores establecen un paralelismo entre las diez reglas a seguir
y los diez capítulos del cuento en cada uno de los cuáles aprendemos una
moraleja, esto es, una regla para crear Buena Suerte.
También vemos
un claro ejemplo de la búsqueda de la Buena Suerte en la vida real similar a la
búsqueda del trébol que realizan estos caballeros en el cuento o más bien, la
búsqueda realmente fructífera de Sid.
Otros
personajes del cuento que también podrían prestarse a una aplicación en la vida
real son la Secuoya, que está conectada al resto de los árboles por el
entramado de sus ramas igual que ocurre con internet y las redes sociales. Por
ejemplo:
·
Merlín empieza aconsejando y motivando al pueblo
tal como haría un cura o guía espiritual.
·
Al Gnomo, que en el cuento lo llaman Príncipe,
lo vemos como una figura representativa de la sociedad, como un Alcalde o el
Ayuntamiento al que solemos ir a preguntar cuando emprendemos una búsqueda.
·
La Dama bien podría ser una dependienta de un
establecimiento que necesita vender un excedente de producto y acaba haciendo
un trato con un cliente al que sí le hace falta ese mismo producto, llegando
así a un buen acuerdo que favorece a ambas partes.
·
Ston, al igual que el resto de las piedras,
imitan a la sociedad que no aconseja objetivamente y aunque vivan lejos unas
personas de otras, siempre están debidamente informadas.
·
La buja, sin duda, es el conjunto de los engaños
que parece que nos llevan al camino fácil y que al final acaba transformándose
en delincuencia.
·
Y por último aparece el Viento que a fin de
cuentas es como es tiempo, que trae la suerte a todo el mundo siempre y cuando
la hayas cultivado de la mejor forma con antelación, y al mismo tiempo es el
azar, que deja caer las semillas de la suerte en todas partes y ésta solo
florece en las mejores circunstancias, creadas por el hombre, en este caso.
De este texto
podríamos sacar muchas conclusiones como no dejar para mañana lo que puedes
hacer hoy. Liberarse de lo que ya no sirve, y que además puede ser útil a los
demás, es siempre un impulso para la vida de la persona y de quienes le rodean.
Que lo que verdaderamente importa es el “aquí y ahora”. Y sobre todo: que crear Buena Suerte únicamente consiste en
crear circunstancias. Y eso solo depende de uno mismo.
Opinión personal: Tal y como dijo David: “el cuento de la Buena
Suerte no llega a tus manos por casualidad” y así ha sido. En mi caso tuve que
crear las circunstancias adecuadas para seguir estudiando, elegí Animación
Sociocultural, y gracias a todo ese proceso he podido leer La Buena Suerte. Me ha encantado y tiene toda la razón, que además,
cualquier persona puede aplicar a diversos aspectos de su vida.
Si nos
centramos en el trabajo como Animadora Sociocultural y aplicamos las reglas de
la Buena Suerte nos damos cuenta de no basta con sentarse a esperar que nos
llueva un trabajo, en primer lugar debemos crear las circunstancias necesarias
para poder trabajar en este ámbito, y así, cuando llegue la suerte, estaremos
preparados para recoger los frutos. Y más allá, cuando estemos trabajando con
un grupo o un colectivo, los resultados no van a llegar de forma imprevista e
inesperada.
Si queremos
obtener resultados, es decir, el éxito de cumplir con los objetivos, tendremos
que ponernos manos a la obra nosotros mismos, pues nadie nos va a regalar los
proyectos, ni va a aparecer un plan de empresa en el buzón por arte de magia,
ni ninguna empresa va a llamarnos por teléfono en forma de milagro. Para ellos
debemos tener claro lo que queremos conseguir y perseguirlo, tomar la decisión
y llevar a cabo los pasos que sean necesarios.
Es posible que
en algún momento las circunstancias sean las de siempre y por ello no nos dan
resultado, debemos cambiarlas, así, si estamos trabajando con un colectivo y no
conseguimos mejorar los resultados de nuestro trabajo, quizás debemos cambiar
algunas cosas, podríamos modificar el enfoque, preguntar qué cosas nos hacen
falta, plantearnos qué está fallando y desde ahí empezar a cambiar las
circunstancias, por insignificantes o innecesarias que parezcan porque ahí
puede estar la clave. Por ejemplo, festejando un evento que en principio puede
parecer una pérdida de tiempo podemos estar consiguiendo cohesión para ese
barrio.
Leyendo
detenidamente las reglas de la Buena Suerte y comprendiendo cada una podemos
apreciar que la clave del trabajo en Animación es la cuarta regla: “Preparar
circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio
beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena
Suerte”. Podemos interpretar esta norma como la necesidad de que la población
con la que estamos trabajando participe activamente en el proyecto o las
actividades con las que estemos trabajando, pues el trabajo de un Animador no
consiste en buscar un beneficio para sí mismo sino para toda una comunidad, de
esta forma, cuando unos miembros de dicha comunidad trabajan para su beneficio
están consiguiendo beneficios a su vez para todo el conjunto de la comunidad.
Otra regla muy
importante en este ámbito de trabajo es la confianza en uno mismo, en los
compañeros de trabajo y en la comunidad al completo, que será la clave para que
el trabajo comunitario funcione, porque si no confiamos en nuestras propias
capacidades nadie podrá solucionarnos nuestros problemas, debemos empezar por
nosotros mismos.
Y por último
es imprescindible tener paciencia puesto que, cuando trabajamos con personas,
los resultados no llegan de forma instantánea, pero llegan. A veces tardarán
más en aparecer los cambios pero eso no significa que debamos desesperarnos, se
trata de ser constantes. Pero sobre todo, no dejarse engañar, porque siempre
cabe la posibilidad de que alguien aparezca con engaños, queriéndonos vender el
camino fácil, y para evitarlo lo mejor es estar bien informado, no es
suficiente con estar realizando siempre el mismo trabajo y dejar que cualquiera
se encargue de nuestras labores.
En conclusión:
si queremos un trabajo bien hecho debemos responsabilizarnos, no dejar las
iniciativas para mañana, confiar en uno mismo y esperar los resultados sin
dejar de intentarlo, esto es, dedicarnos a crear las circunstancias adecuadas.
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