Reseña: Shakespeare, William "Romeo y Julieta" Ilustrada

Romeo y Julieta

William Shakespeare

Edición de J.M. Jaumà

Querido diario: 

Debería advertir que esta reseña va a ser tan dramática como el libro y que, como le sucede al teatro, o te apasiona o lo odias y dicho ésto, voy a abrir un gran cajón. 

Para los que sean fieles lectores de mi blog, sabrán que ya reseñé Romeo y Julieta hace tres años y que he decidido hacer una relectura porque sí, es de mis obras preferidas ¡y además con una preciosa edición de Vicens Vives! Podéis ver mi anterior reseña haciendo click por aquí. 

Para mí, Romeo y Julieta es mucho más que una historia de amor, desde que frecuento la blogosfera literaria aún no he encontrado una reseña que le haga justicia a esta obra y os diré por qué. Este clásico está llegando a las manos de amantes de la novela romántica contemporánea que lo leen creyendo que encontrarán una historia de amor de "chico conoce a chica y al final se casan", para mí el primer error es leer con expectativas y el segundo error es leer fuera de contexto. Teniendo en cuenta estos dos criterios, si lees Romeo y Julieta puedes disfrutarlo y saborearlo como nunca, pero si no los tienes en cuenta, te vas a frustrar. 

Cuando hablo de este libro con otras personas lo primero que me dicen es que no les gusta el final, no obstante, es totalmente necesario para que se entienda como drama, si no, sería un cuento infantil de princesas. Lo segundo que me dicen es que no les parece creíble o que esperaban un enamoramiento adolescente al que están acostumbradas. 

El problema de empezar un libro esperando que suceda algo es que mientras vas pasando las páginas buscando ese "algo" te estás perdiendo otras muchas cosas que suceden y no lo disfrutas, llegando al final con una sensación de vacío que te autoprovocaste tú mismo. 

Y esta reseña no estaría completa si no hablara de mi teoría shakesperiana. Yo no creo que sea una historia de amor... sí, es cierto que la trama gira entorno a los protagonistas que se enamoran ¡o que creen estar enamorados! sin embargo, conociendo el contexto de la época, creo que fue escrita como escarmiento, creo que Shakespeare se inspiró en esta historia que todos conocemos que se ha ido heredando a través de los siglos con pequeñas variaciones y lo hizo a propósito disfrazando esa reprimenda de historia de amor para que los lugareños fueran a verla, porque de haberles advertido que se trataba de una lección, no habrían acudido y no tendría el éxito que tiene ahora. 

Creo que Romeo y Julieta en realidad es la prueba de cómo el odio irracional y desmedido, heredado a través generaciones que no se pararon a pensar en la razón ni el origen de dicho odio, provoca consecuencias desastrosas de las que aún hoy en día no sabemos aprender. 

Me explico un poco más, creo que el odio entre los Capuleto y los Monstesco es tan antiguo que nadie, ninguno de los personajes que sale en la obra tiene ni la más mínima idea de dónde viene pero lo mantienen por lo que han oído en casa, por lo que les dicen sus familiares y por todo lo que han heredado de sus mayores ¡por favor, no me digáis que ésto no os suena de nada! y estoy convencida de que la intención de la primera persona que contó esta historia era la de aleccionar a la población de lo que ocurría cuando, en lugar de pararse a reflexionar las cosas, continuamos con odios, intolerancias y fobias que hoy en día seguimos manteniendo sin tener ni idea de por qué.

Y estoy segura de que la verdadera intencionalidad de esta obra era la de descubrir a los ojos de los espectadores lo que ocurre cuando no solucionamos a tiempo los conflictos y en lugar de olvidarlos o perdonarlos, los traemos al presente engordándolos aún más hasta que llega un punto en el que los tataranietos no tienen ni idea de por qué se pelearon sus tatarabuelos pero siguen con la rencilla solo por tradición. 

Ahí es donde radica, para mí, la belleza de Romeo y Julieta, en que ese amor que podría haber unido dos familias, se ve imposibilitado por la estupidez humana, por orgullo, por avaricia y soberbia, porque habrán pasado siglos pero seguimos sin ser capaces de ponernos en lugar de los demás y de entender que nuestros hijos no tienen que satisfacer nuestras necesidades ni debemos imponer nuestro punto de vista. 

Pero todas estas reflexiones no habrían llegado hoy a mis manos si no fuera porque genios como Shakespeare los disfrazaron de historia de amor camuflando así la moraleja pues, en el fondo, es lo que la inmensa mayoría de la población está esperando desde la tranquilidad de su morada sin percatarse de que en realidad les están enviando un mensaje subliminal al que deberían prestar atención. 

Y termino esta reseña añadiendo que, gracias a la contextualización que podéis leer en las primeras páginas de esta fabulosa edición vais a comprender por fin qué tenéis en las manos, por qué se escribió, qué sucedía en la época, cómo era entonces el amor y muchas más cosas que os ayudarán a encauzar estos diálogos saboreando cada página en lugar de despreciarla como le ocurre a mucha gente joven porque esperaban ver al chico guapo conquistando a la chica guapa que al final se casa con él solo porque son guapos. 

Cuando comprendes el contexto histórico, político, económico y social de una obra escrita hace tanto tiempo, entiendes el por qué de las reacciones de los personajes hasta llegar a amarlos, pero sin ese contexto, seguirás leyendo Romeo y Julieta pensando que son dos jóvenes que ligaban en un bar y se escaparon para poder tener relaciones porque sus familias no se llevaban demasiado bien. 

Yo sigo adorando esta obra y la seguiré defendiendo a capa y espada. Entiendo y respeto la opinión de los demás, puedo comprender que no te guste pero me niego a aceptar que no os parezca una buena obra porque esperábais encontrar en ella un amor juvenil contemporáneo que os hiciera suspirar ya que esperábais que cayeran manzanas de un almendro. Ni las almendras son mejores que las peras ni las piñas peores que los kiwis pero si vas por la carretera esperando ver manzanos, te vas a perder los almendros en flor. 

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