miércoles, 30 de enero de 2013

¡Ya tengo hecha la maleta!

¡Hola chicas!

Siempre que se avecina un viaje me pongo nerviosa, me come el estrés y al final, no sé muy bien cómo, después de todo el caos, sale todo a pedir de boca.

¿Qué meter en la maleta? ¡primer dilema!


Para empezar, lo primero que debemos tener en cuenta es: el clima, cuánto tiempo vamos a pasar, qué actividades vamos a realizar y sobre todo la compañía aérea con la que viajemos. Ryanair, en mi caso, me deja facturar una maleta de 15 kg por 15 € y una segunda maleta de otros 15 kg por 35 € más. Y por supuesto, he tenido que pagarlo, porque con el frío que hace, sin saber lo que me depara el futuro y durante dos meses, lo más seguro es que necesite gran cantidad de cosas.



Dos maletas, mucha ropa de abrigo, muestras de champú y mascarilla Loreal, cortesía de mi peluquera a la que adoro, unas botas a estrenar, regalito de mis compañeras de prácticas de las que me voy a acordar cada día; mucha ilusión, muchas ganas... y lo único que siento es que mi madre no vaya a estar en el aeropuerto para despedirme. 

Un día, estaba pensando y le pedí al cielo: si este viaje fuese el gran error de mi vida, ¿me lo dirías? Y cuando fui a buscar mi maleta después de tenerla meses guardada me encontré con ésto:


Sí, es un lacito, mi madre se lo ponía a las maletas para diferenciar la suya en la cinta del aeropuerto y para mí es una cinta y una señal. Mamá, yo también te echo de menos y te llevo conmigo allá a donde vaya, sea donde sea. 

Si cierro los ojos, recuerdo a la perfección cómo mi madre me despedía en el aeropuerto, a lo mejos, hasta que entraba en la zona de embarque y dejaba de verla. Y cómo salía por la puerta de llegadas y ahí estaba ella esperándome, como si no se hubiera ido a casa durante el viaje, como si hubiese permanecido esperándome. Ahora esa imagen la tengo sólo en mi recuerdo y ahí se quedará para siempre.

Y así es como se termina de hacer una maleta, primero las cosas "materiales", imprescindibles y útiles, después aquéllas que nos dan tranquilidad como los "por si acasos" y finalmente "las emociones", no olvidamos algo afectivo que recordar y que, con sólo mirarlo, nos devuelva a nuestra tierra, ese algo que para los demás no significa nada y para una misma nos devuelve la sensatez en momentos de angustia y que, a fin de cuentas, te deja ver que, estés donde estés y pase lo que pase, sigues siendo tú misma.

Ahora los agradecimientos:

A mis queridas Nati y Laura, gracias por esta breve despedida, espontánea y alegre. ¡Gracias por darme ánimos, por vuestra alegría y vuestro gran corazón!
A mis compañeras de prácticas del InformaJoven: un enorme ¡Gracias! por haberme recibido con los brazos abiertos, por ese ambiente de trabajo que habéis creado, por haberme hecho sentir una más y por esa fiesta sorpresa de despedida. ¡Sois geniales!
A mi peluquera que obra milagros cuando los necesito y me anima a volver a mi color oscuro ¡Gracias! por el detalle de las muestras que me ha dado tranquilidad para los dos meses italianos.
A mi familia que me quiere tal y como soy. A mi hermana que me cuidará las plantitas en mi ausencia ¡esperemos que vivan hasta la primavera al menos! A mi sobrina y mis primitos que me hacen sonréir cuando pienso en ellos. A mi papá que me llevaría hasta el fin del mundo aunque le cueste decir que está orgulloso de mí. A mis tíos, mis tías, mis abuelos y mis primos, a mis hermanos y a todos, os echaré de menos. A las personas que tengo y seguiré teniendo lejos: Cris, Susi, Espe, Pancho y muchos más. A las enfermeras de donantes por mimarme antes de irme. A tí, que me lees en silencio, a mis amig@s ¡gracias por estar ahí! 

Me despido de todos vosotros desde esta última entrada que escribo en España. ¡Os echaré de menos!

2 comentarios:

  1. Preciosa, aunque nos escribamos menos estos meses, recuerda que pensaré en ti! Pasártelo de miedo!!!!!
    Un besazo enorme :D

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.