Becky espera un bebé
Sophie Kinsella
Sinopsis:
Por una vez, a Becky Brandon —de soltera Rebecca Bloomwood y más conocida como Loca por las compras— las cosas no le pueden ir mejor: está felizmente casada, los negocios de su marido van viento en popa y buscan casa nueva porque ella se ha quedado... embarazada. Becky se siente radiante, aunque haya surgido un pequeño problema: con Luke han decidido no saber el sexo del bebé, lo cual es muy romántico, sí, pero un engorro a la hora de comprar el ajuar del niño. De todos modos, Becky tiene con qué mantenerse ocupada, por ejemplo, en conseguir que Venetia Carter, la ginecóloga de las famosas, la incluya en su selecta agenda de pacientes. De por sí, una empresa nada fácil, que se complica horriblemente cuando Becky descubre que la célebre ginecóloga, una pelirroja espectacular, había sido compañera de Luke en la universidad. De pronto, saltan todas las alarmas: su matrimonio se escora peligrosamente, y serán necesarias medidas extremas para evitar un naufragio inminente y poner proa al único puerto seguro.
Te pongo en antecedentes, aquí están las reseñas de los libros anteriores de la saga:
Loca por las compras
Loca por las compras en Manhattan
Loca por las compras prepara su boda
Loca por las compras tiene una hermana
Bien, Becky, Rebecca o loca por las compras, llámala como quieras, está literalmente loca y loca por comprar porque aunque no necesite nada ella tiene que estar todo el tiempo comprando, y con más razón si se le presenta un acontecimiento.
Ya en los libros anteriores se fue a Manhattan y bueno, con la boda lió un pifostio impresionante pero es que ahora... se ha quedado embarazada y si ya conoces a Becky ahora te la tienes que imaginar cargada de hormonas. ¡Oh, sí! el desastre personificado y que busca cualquier excusa para malgastar de repente ya no es una persona, son dos, lleva a alguien en su interior con sus propias necesidades ¡o eso es lo que ella te va a estar vendiendo a lo largo de todo el libro!
Es la amiga que siempre quisiste tener y no porque te ayude o te apoye, no, lo es porque es tan tonta y desastre que te hace sentir que lo tienes todo bajo control y que eres la amiga cuerda. Claro, te hace gracia porque no puede salir del libro y arruinarte. Y por supuesto tiene una suerte increíble, lo que su marido cree que es talento y espero que lo siga pensando porque si no, un día de estos la mata porque en menudos marrones se mete ella sola ¡y muchas veces por no preguntar! o quizás por preguntarle a quien no debe.
En ocasiones y de pura casualidad encuentra soluciones que yo ni en un millón de años hubiese recurrido a ellas pero ni siquiera son descabelladas y te paras a pensarlo y hasta podrían funcionar en la vida real. Pero sin duda con lo que más me río es con los emails que incluye el libro, son respuestas de los bancos y otras entidades que te hacen imaginarte la clase de locuras que le habrá solicitado Becky para que esos pobres trabajadores le hayan tenido que responder en esos correos.
Sigue siendo una de mis sagas favoritas, una de mis autoras favoritas y la voy a seguir disfrutando, me río muchísimo con ella, a la protagonista no la he matado porque no la tengo delante y no sé de dónde saca tanta imaginación para gastar semejante cantidad de dinero en lo que yo considero chorradas y ella artículos de primera necesidad. Que al final las cosas le acaben saliendo bien o mal es algo que tenéis que descubrir vosotras leyendo a esta maestra del chick-lit.
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Loca por las compras
Loca por las compras en Manhattan
Loca por las compras prepara su boda
Loca por las compras tiene una hermana
Bien, Becky, Rebecca o loca por las compras, llámala como quieras, está literalmente loca y loca por comprar porque aunque no necesite nada ella tiene que estar todo el tiempo comprando, y con más razón si se le presenta un acontecimiento.
Ya en los libros anteriores se fue a Manhattan y bueno, con la boda lió un pifostio impresionante pero es que ahora... se ha quedado embarazada y si ya conoces a Becky ahora te la tienes que imaginar cargada de hormonas. ¡Oh, sí! el desastre personificado y que busca cualquier excusa para malgastar de repente ya no es una persona, son dos, lleva a alguien en su interior con sus propias necesidades ¡o eso es lo que ella te va a estar vendiendo a lo largo de todo el libro!
Es la amiga que siempre quisiste tener y no porque te ayude o te apoye, no, lo es porque es tan tonta y desastre que te hace sentir que lo tienes todo bajo control y que eres la amiga cuerda. Claro, te hace gracia porque no puede salir del libro y arruinarte. Y por supuesto tiene una suerte increíble, lo que su marido cree que es talento y espero que lo siga pensando porque si no, un día de estos la mata porque en menudos marrones se mete ella sola ¡y muchas veces por no preguntar! o quizás por preguntarle a quien no debe.
En ocasiones y de pura casualidad encuentra soluciones que yo ni en un millón de años hubiese recurrido a ellas pero ni siquiera son descabelladas y te paras a pensarlo y hasta podrían funcionar en la vida real. Pero sin duda con lo que más me río es con los emails que incluye el libro, son respuestas de los bancos y otras entidades que te hacen imaginarte la clase de locuras que le habrá solicitado Becky para que esos pobres trabajadores le hayan tenido que responder en esos correos.
Sigue siendo una de mis sagas favoritas, una de mis autoras favoritas y la voy a seguir disfrutando, me río muchísimo con ella, a la protagonista no la he matado porque no la tengo delante y no sé de dónde saca tanta imaginación para gastar semejante cantidad de dinero en lo que yo considero chorradas y ella artículos de primera necesidad. Que al final las cosas le acaben saliendo bien o mal es algo que tenéis que descubrir vosotras leyendo a esta maestra del chick-lit.
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Hola!!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de comenzar a leer está saga, gracias por la reseña.
Besos💋💋💋