Si nos enseñaran a perder, ganaríamos siempre
Albert Espinosa
Sinopsis:
Este libro entronca con ese increíble verso: «Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». Es una de las verdades más grandes que existe y perder ese lugar jamás es triste porque siempre llegarán otros diferentes y mejores.
Querido diario:
Yo me compré este libro porque no paraban de recomendar al autor, estaba muy barato, a menos de siete euros y dije: vamos a probar. La experiencia no ha sido mala, lo que pasa es que yo no soy de libros de relatos y elegí bastante mal, los relatos son muy bonitos, tienen mucho trasfondo, algunos me han gustado más que otros, todo hay que decirlo y la experiencia general con el autor ha sido bastante positiva, tendré que leer alguna novela suya para comparar porque escribir me parece que escribe muy bien, pero a mí los relatos tan breves como que no me terminan de llegar, no es culpa suya, es mía que a mí esto de leer un libro entero en dos horas me sabe a poco.
Pero os diré una cosa, sobre todo de cara a esos autores autoeditados que acaban de empezar y ya se creen Stephen King, a veces una historia no da como para escribir una novela de setecientas páginas, a veces una historia es solo un relato de tres o cinco páginas y eso está bien, yo siempre dije que no hay que empezar la casa por el tejado y que es mejor pasar a escribir novela cuando ya dominas los relatos, vamos, por pura lógica. El caso es que hay ideas buenísimas por ahí que algunos se empeñan en estirar como un chicle y se hace tedioso y aburrido cuando lo podrían haber reducido a un relato, como es este libro y triunfas porque quedas mucho mejor. Ahí lo dejo. No me voy a extender mucho más. A modo de resumen: la escritura muy bonita, el contenido con mucha sensibilidad, muy de mi gusto, pero sigo prefiriendo la novela antes que los relatos.
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